Estamos tan adoctrinados por nuestras circunstancias, que creemos que el empleo es algo natural. Sin embargo, lejos de ser “históricamente” normal, todo el concepto de ser empleado es, en realidad, un fenómeno bastante reciente.
En la era agraria, la mayoría de la gente se desempeñaba como empresaria. Así es, casi todos eran granjeros que trabajaban las tierras del rey pero, sin ser sus empleados. Ellos no recibían cheques de nómina del monarca. De hecho, sucedía lo contrario: el granjero le tenía que pagar al rey un impuesto por el derecho a usar su tierra. Esos granjeros en realidad se ganaban la vida como empresarios con negocios pequeños. Eran carniceros, panaderos y fabricantes de velas, que iban heredando su oficio a través del linaje de la familia. En la actualidad aún quedan pruebas de aquella práctica, ya que algunas personas conservan, en su apellido en inglés, el oficio de su familia: Smith, para el herrero del pueblo; Baker, para los propietarios de panaderías; Farmer, porque el negocio de la familia era la agricultura; Taylor, que viene de la profesión de sastre; y Cooper, antiguo término utilizado en inglés para referirse a quienes se dedicaban a la fabricación de barriles.
No fue sino hasta la era industrial que se comenzó a necesitar y a exigir otro tipo de producto: empleados. Como respuesta, el gobierno asumió la tarea de educar de forma masiva, y adoptó el sistema prusiano, sistema que, hasta la fecha, sigue siendo modelo para la mayoría de las escuelas occidentales del mundo.
¿Alguna vez te has preguntado de dónde vino la idea de jubilarse a los 65 años? Te responderé: de Otto von Bismarck, el presidente de Prusia en 1889. En realidad, el plan de Bismarck sugería la edad de 70, no 65 años, pero eso ya no importa mucho. Prometerles a sus adultos mayores una pensión garantizada cuando cumplieran 65 años no fue un riesgo económico demasiado grande para el gobierno de Bismarck. En aquel tiempo la expectativa de vida del prusiano promedio era de 45 años. En la actualidad hay tanta gente que llega a vivir hasta 80 o 90, que esa misma promesa muy bien podría llevar a la quiebra al gobierno federal en la próxima generación.
Si investigas la filosofía detrás de la educación prusiana, encontrarás que su propósito era producir soldados y empleados: gente que siguiera órdenes e hiciera todo lo que se le dijera. El sistema prusiano busca la producción masiva de empleados. En las décadas de los sesenta y los setenta en los Estados Unidos, compañías como IBM establecieron el concepto de “empleo para toda una vida”, como el patrón de oro de la seguridad